Amadeo e Ismael.

Amadeo era una persona que vivía molestando a toda la gente, era muy rebelde. Una noche salió a dar una vuelta, era una noche fría en de pleno invierno, caminó tranquilamente hasta que de pronto se encontró con dios llamado Tisis que esa noche se decidió a hechizarlo por toda la maldad que hacía. Lo convirtió en un monstruo.

El monstruo tenía cabeza de humano y cuerpo de iguana. Tenía ojos muy grandes de color rojo, su nariz era redonda y con muchos tajos. Tenía colmillos filosos y puntiagudos. Todo su rostro estaba destruido. Sus pies y manos tenían garras muy afiladas. El monstruo era una clase de bicho reo y dañino, hacía maldad y la gente no podía dormir por miedo. Hasta que un día apareció un héroe llamado Ismael que decidió luchar con el monstruo pero, tenía que tener mucho cuidado porque le gustaba comer personas.

Una noche el héroe lo esperó para luchar, para poder salvar a su pueblo que estaba atemorizado. Se enfrentaron uno al otro. Ismael debía pegarle en el corazón. Pelearon y pelearon hasta que de pronto Ismael logró clavarle su espada en el corazón y ese fue su fin. Y desde entonces el héroe y su pueblo pudieron dormir en paz y armonía.